A finales del pasado mes salió a la venta el quinto álbum en estudio de Leprous, titulado The Congregation. El vocalista y teclista de la banda noruega de metal progresivo, Einar Solberg, habló en una entrevista para Metal Recusants, y en ella comenta cuál es la idea tras The Congregation y compara este trabajo con Coal (2013).
¿Cómo estás? ¿A qué te estás dedicando en estos momentos?
Ahora mismo estoy trabajando con Leprous intentando tener todo el equipo completo para la temporada de gira e intentando perfeccionar todo.
¿Estás emocionado con el lanzamiento del álbum?
Para mí, la emoción principal ha terminado. Terminó cuando recibí las primeras mezclas. Pero por supuesto será genial ver la respuesta de la gente y todo. Pero no hay nada que podamos hacer al respecto. [Risas]
Creo que a grandes rasgos, la opinión de la crítica ha sido positiva, ¿no es así?
Sí. El 95% están siendo muy positivas. El 5% restante son bastante tibias, pero nada realmente malo. Estoy muy contento tanto con el reibimiento como viendo lo que la gente opina sobre el disco. Necesito distanciarme un poco de eso, porque, ya sabes, comienzas a pensar demasiado sobre eso, al final cada uno de los pequeños comentarios te absorben.
Eso es así.
Estamos en un momento en nuestra carrera en el que tenemos plena confianza en lo que hacemos, y estamos orgullosos de eso. En nuestra opinión, creemos que éste es el mejor álbum que hemos hecho. Eso es lo más importante para mí. Al principio, en el primer álbum [Tall Poppy Syndrome] era mucho más importante comprobar el recibimiento y la respuesta por parte de la gente.
¿Y qué tal fue la respuesta entonces?
Fue de hecho un buen recibimiento, ¡si puedes imaginarlo! [Risas] Sí, tuvimos un buen recimiento. Recuerdo que la mayor parte de las críticas en nuestros álbumes han sido positivas.
¡Estoy conforme, entonces!
Por otra parte, desafortunadamente no quiere decir mucho para nosotros, porque es “Sí, sí, le gusta a todo el mundo y solo quieren ser amigos de todos” [Risas]. Seguramente he exagerado un poco. A veces, cuando leo las críticas, puedo ver la diferencia entre una buena crítica y a alguien que es demasiado correcto. ¡Supongo que una buena crítica es la que comparte mi opinion! [Risas].
The Congregation suena a una continuacón de Coal, ¿era ésa vuestra meta?
No, no, no era nuestra meta, pero estamos madurando a la hora de componer las canciones, y somos más conscientes de lo que queremos y lo que no. Obviamente, tenemos grandes músicos en la banda, así que hay muchas cosas que podemos hacer si así lo queremos. Es en la composición de los temas y en la emoción en lo que creo que los dos últimos álbumes pueden parecerse de alguna forma. Y también tienen la misma base. La base es bastante simple si tienes en cuenta la sección rítmica, y comenzamos a crear a raíz de eso. Pero creo donde se diferencian bastante es que Coal era mucho más impulsivo, mientras que este trabajo es el resultado de un trabajo muy duro y largos procesos de eliminación. The Congregation es incluso un álbum más centrado que Coal. Mientras que Coal es oscuro y atmosférico, el otro es muy complejo, atrayente y melancólico.
Sí, me gusta esa mezcla entre lo complejo, lo atrayente y lo melancólico.
Creo que tener elementos de enganche es muy importante para mí en cualquier tipo de música. Que puedan resistir por sí mismas como piezas musicales es importante.
Es similar a la música clásica, con esa teoría de que deben haber secciones en la partitura.
Sí, y de hecho con Leprous hemos escrito música desde una perspectiva orientada más al pop si lo comparas con otras bandas de prog. Tener sección tras sección tras sección nunca ha sido nuestro estilo y nunca lo será. Me gusta hacer que esas cosas, aunque repetitivas, sean más interesantes.
Me gusta que la base esté bien estructurada. Y entonces compones todo a partir de ahí. Es lo mismo que construir una casa, necesitas una base sólida y después elaboras todos los detalles. Y es así con todos los tipos de arte. Quiero decir, hay arte basado en el caos. Y eso puede estar muy bien, pero no es lo que nosotros queremos hacer. Queremos que esté centrado.
¿Es un álbum conceptual?
No exactamente un concepto pero sí un tema común. The Congregation habla de la conformidad, de seguir las expectativas, de lo que se espera de ti. Muchas de las letras giran en torno a las expectativas que se tienen sobre nosotros y a sus consecuencias destructivas.
El tema común del álbum es que no hay esperanza. [Risas]
Un ejemplo es que yo soy vegetariano.
¡Y yo!
Bien, eso está genial. Entonces probablemente sabrás a qué me refiero. Decidí ser vegetariano porque ya no podía seguir defendiéndome de mí mismo. Toda la sociedad, especialmente en Noruega, construyen todo alrededor de la carne, esperan que se coma carne. Es más fácil donde vives, en UK. Hay más variantes para elegir allí. No es tan malo en Oslo, pero fuera sí.
A donde quiero llegar es a que cuando me hice vegetariano, me encontré de repente con todas esas preguntas que me hacía la gente. La gente siempre quiere ponerte en una tesitura, ¡probablemente porque se sienten mal por no ser vegetarianos! [Risas]
[…] Cuando comienzas a excavar más hondo, te das cuenta que en la sociedad actual es prácticamente imposible hacer algo con la conciencia tranquila.
Así que el mensaje del álbum es que no importa lo que hagas, estás jodido igual. [Risas] No, estoy bromeando. Es realmente complicado hacer lo correcto en la sociedad actual. Formamos parte en mayor o menor medida de la congregación de la sociedad.
‘The Slave’ es de hecho la “canción vegetariana” del álbum. Trata de los derechos de los animales.
El vegetarianismo fue la inspiración de esas letras, porque Tor [Oddmund] las escribió y él es también vegetariano, y ambos criticamos la producción en masa y la industria de la carne. El objetivo no es del todo moralizar, sino llamar a la conciencia. Mucha gente que no es vegetariana puede hacer otras obras buenas, pero yo no las hago. Sería de hipócritas moralizar. Sólo es llamar a la conciencia.
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