El proyecto murciano Anatomize, del que ya hemos hablado en más de una ocasión en la web, regresa ahora con dos nuevos singles (altamente recomendados): ‘Wash Your Hands’ y ‘The Troops Go Out’.
‘Wash Your Hands’ se basa en el empleo de instrumentos no convencionales, por lo que todos los miembros del grupo tocan con cotidiáfonos (es decir, objetos del día a día que, en otras condiciones, no están pensados para ser instrumentos musicales, pero que son empleados como tal). El extremo opuesto es ‘The Troops Go Out’, que es un tema representativo del estilo del grupo en el que cada miembro interpreta los instrumentos convencionales.
Os dejamos a continuación con cada uno de los vídeos:
‘The Troops Go Out’ fue escrita por Ramón Romero, el bajista del grupo, y producida por Ramón y Amal Khamkhami (la chelista) junto con Antonio Socas, el técnico de estudio. ‘Wash Your Hands’ fue compuesta por Ramón Romero y producida por Ramón, Amal Khamkhami (la chelista) y Marcos Angulo (el oboísta), junto con Antonio Socas.
El propio Ramón Romero indica sobre ‘The Troops Go Out’ que es «una composición centrada en el rock progresivo, al igual que ocurre con la mayoría de temas de Anatomize, y que presenta igualmente ciertas particularidades, como las distorsiones en los instrumentos acústicos, un estribillo inspirado en el pop-rock de los 90, una sección metalera que recuerda a grupos como Dream Theater, Tesseract o Messhugah y un puente rapeado, inspirado en la música urbana, el hip-hop, el trap y en musicales de Lin-Manuel Miranda como In The Heights o Hamilton. El centro tonal va alternándose continuamente entre do, re, si, fa sostenido y sol sostenido, todos ellos en modo eólico o frigio, salvo el último, que aparece con la escala española móvil (derivada de modos musulmanes, es la que se emplea en el flamenco y en varios segmentos del metal). Los compases van cambiando entre 13/8, 5/4, 6/8, 9/8, 4/4, 3/4, 3/8 y libre al final, en el que todo el mundo aprovecha para improvisar un final desorbitado, como en los primeros discos de King Crimson.
Además, este es el primer tema que marca el desempeño vocal de la propia Khamkhami, que, junto con Romero, se van alternando las voces, ambos dentro de un registro parecido, pero con timbres muy diferentes. El tema es claramente antibelicista y la letra relata, sin posicionarse en ningún lado, cómo realmente nos manipulan con las guerras y cómo a veces nos hacen creer que los combates se realizan para proteger la nación, cuando en realidad los pobres soldados tienen que morir en la batalla o de hambre mientras que las clases sociales más acomodadas ven el espectáculo en sus casas sin sufrir ningún daño. Habla también de cuestiones medioambientales y de identidad de género, que también se ven perjudicadas por ello, e insiste en que los soldados y los sirvientes del ejército no con culpables, sino que en su lugar la tienen los dirigentes sin escrúpulos que se dedican a dar órdenes sin importar las vidas y las bajas. Los miembros de la banda tocan diferentes instrumentos y son los siguientes: Ramón Romero (bajo, voces), Amal Khamkhami (violonchelo, voces), Carla Martínez (violín), Lucía Fernández (batería), Marcos Angulo (oboe) y Patri Grief (guitarra, que en este tema sustituyó a Ginés por cuestiones de salud)».
Por otra parte, en ‘Wash Your Hands’ cada miembro «escoge un objeto y toca su parte con dicho utensilio; el resultado es una batucada interpretada como si fueran percusionistas, pero sin que suene a percusión clásica ni moderna; más bien puede asemejarse al concepto antiguo que varias tribus tenían del sonido, el ritmo y el ruido. Sin embargo, la composición está altamente estructurada, con cada parte pensada para que funcione por sí sola y al mismo tiempo que tenga un sentido dentro del discurso general. Se divide en tres secciones bien diferenciadas, cada una con un compás diferente (la primera está en 4/4, la segunda en 3/4 y la tercera en 5/4), con una vuelta a la primera parte al final con un tempo ligeramente más rápido, junto con una coda que cierra el tema».
A continuación os dejamos unos párrafos sobre las particularidades en la composición de cada una de las piezas y con las direcciones de las redes sociales de este proyecto.
- Sobre ‘The Troops Go Out’:
El tema empieza con el chelo efectuando un shred con el arco hasta establecer el tempo, que luego sigue la batería. Todos los instrumentos entran posteriormente para establecer el groove, justo cuando el bajo desciende con el chelo para agregar densidad hasta que el solo de violín con distorsión explota, para después dar paso al solo de oboe (también con distorsión). Posteriormente entra la estrofa con la guitarra limpia y la voz de Amal, que acompaña el violín con pizzicato; el resto de instrumentos va entrando poco a poco hasta la siguiente sección, ya con la voz de Ramón y un enfoque más pop, hasta que llega el estribillo, bastante más rockero y con ambas voces apoyando al conjunto instrumental. La guitarra y el bajo agregan distorsión heavy y la batería empieza a golpear más fuerte, hasta que se desemboca en la sección de metal progresivo, con compases en números primos y un 4/4 implícito por debajo a la manera del djent; la batería agrega doble bombo, mientras que el oboe actúa aquí solo con la caña, sin el cuerpo, para lograr un sonido estridente e inquietante; el resto de instrumentos desarrollan un riff complejo al estilo de Tool o Tesseract. Posteriormente, chelo, violín y oboe empiezan con una variación del principio con mucha menos intensidad, que da paso a un solo de bajo muy rápido, cuestión que imita la guitarra posteriormente con su propio solo. El bajo entonces desarrolla la melodía del estribillo, pero al estilo de un acompañamiento, al que se le suma la batería con flanger hasta desembocar en la sección rapeada, que interpreta Ramón con los coros de Amal de fondo (la parte urbana está en 5/4, oponiéndose a las opciones cuaternarias del hip-hop clásico). Mediante un puente parecido al inicio, con el chelo solo, se vuelven a repetir todas las secciones anteriores, menos la instrumental y la urbana, pero con muchos más elementos; la batería de Lucía agrega más remates y el violín de Carla se vuelve más complejo, así como el oboe de Marcos, que agrega diferentes contratiempos, sobre todo en el estribillo. La última sección de metal progresivo agrega distorsión para todos, en la que dominan la guitarra de Patri y el bajo de Ramón, para terminar con los instrumentos al máximo de su volumen hasta que la batería y el bajo rematan la composición. El videoclip sigue la estela del de ‘Wash Your Hands’, con escenas en la que cada músico sale tocando su parte en el monte, pero con los instrumentos reales. - Sobre ‘Wash Your Hands’:
Empieza con un motivo extremadamente simple que se va complicando a partir de las rondas que van ocurriendo, añadiendo cada vez más elementos hasta llegar a un tutti final que da paso a la siguiente sección, y así durante toda la obra. Los miembros del grupo, por tanto, tocan cada uno un utensilio que no es el suyo: Ramón Romero (lata contralto), Lucía Fernández (lata soprano), Ginés Conesa (cajón casero), Carla Martínez (tupper percusivo), Amal Khamkhami (caja de zapatos) y Marcos Angulo (didgeridoo reciclado). Tiene ciertos elementos que son comunes a la banda (rock progresivo con muchas influencias clásicas y de jazz), pero la composición es más bien bastante diferente al estilo natural del grupo. Se han añadido piedras a algunos instrumentos para lograr un sonido un poco más grave y con más cuerpo, y, también, para que no aparezcan modificados por problemas como el viento o los estímulos externos, que podrían afectarles mucho.El videoclip está pensado para que se vea exactamente cómo se grabó, además de enseñar las partes de cada uno y los diferentes cachivaches que se han utilizado, cada uno con una afinación diferente, resultado de la forma de cada artilugio, la técnica con la que está tocada y la modificación o no del recipiente natural (como el caso de las piedras). Cada uno de los miembros del grupo se sitúa alrededor de una mesa de rocas en el monte (como en las acampadas) en círculo, algunos por lo tanto quedan expuestos al sol y otros no, pero es la misma mesa. Se tocan con dos baquetas de batería todos los instrumentos (menos el didgeridoo) y la cámara va siguiendo, según intervienen, a todos los miembros, uno por uno, sin planos generales. Con una estética bastante moderna, cada persona va introduciéndose poco a poco en el tema; de esta manera se crea un contraste interesante entre antigüedad (la forma de entender la percusión, los utensilios cotidianos, la idea del monte y las rocas) con actualidad (la estructura de la composición, la técnica empleada para tocar y las diferentes cuestiones relacionadas con el apartado visual). La composición está planteada además para que sea interpretada por personas que de forma natural no son percusionistas (menos Lucía, que sí lo es); por lo que las partituras están adaptadas para que los miembros de la banda puedan tocarlas con técnica de percusionista occidental, pero sin necesidad de llevar años estudiándola.