Bienvenidos a «Con Lupa», una nueva sección en la que se desgranarán diversos temas de la actualidad progresiva que sean más mediáticos, con el único fin de informar a los lectores.
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Desde hace unos años se pensaba que Mike Portnoy no volvería a Dream Theater, que el libro de los neoyorkinos se escribiría sin los capítulos del otrora batería, que la banda prescindiría de los servicios de uno de sus miembros fundadores de mayor peso y que Black Clouds & Silver Linings de 2009 marcaría el punto y final de esta era.
La sorpresa fue mayúscula al descubrir que no iba a ser así. Después de guardar el secreto y de no proferir palabra al respecto, los músicos anunciaron la reincorporación de Portnoy entre sus filas. La noticia, al principio, fue acogida con recelo, pues parecía más bien un cuento -o fake new– que un hecho real. Fue algo tan inesperado que incluso Mike Mangini se sorprendió, pero eso lo veremos más adelante.
Esta nueva fue diseminada en el mes de octubre de 2023, y además, para continuar con el anuncio -característico de un relato de ciencia ficción-, el equipo reveló su intención de publicar su decimosexto álbum de estudio. Un par de días después, el mismo e inimitable Portnoy se encargó de generar un rumor -probablemente de manera inintencionada, o quizás la habladuría tiene un trasfondo verídico- según el cual James LaBrie y compañía estarían trabajando en la tercera parte de Metropolis. [Noticia ampliada aquí]
Durante estos meses, los seguidores han intercambiado sus pareceres, y han sido muy diversos: desde quienes dan la bienvenida a Portnoy con los brazos abiertos y justifican cualquier proceder del conjunto, hasta quienes creen que el grupo perderá calidad y adeptos si prescinde de las funciones de Mike Mangini. En el punto medio del espectro nos encontramos a quienes se preguntan cómo fue el despido de éste, puesto que cuando los americanos optaron por Jordan Rudess, el fin del contrato de Derek Sherinian se le comunicó de manera telemática. [Información ampliada sobre este aspecto en el especial sobre Metropolis Pt.2 aquí]
De modo que las sospechas tienen razón de ser. Mangini dijo en varias ocasiones que él no sabía nada de la nueva decisión del grupo y que se enteró de ella a través de las noticias. Dream Theater alegó en su defensa que desde el principio se sabía que Mangini era un miembro temporal, y que así le pusieron sobre aviso. Esto pudo ser así, por supuesto, en los engranajes internos de la corporación, pero «de cara a la galería» nunca mencionaron que ese fichaje fuera temporal.
Otra de las grandes preguntas que asolan a los seguidores es ¿Qué ocurrirá a partir de ahora con las bandas en las que Portnoy se enfocó durante este lapso de trece años fuera de la factoría Dream Theater?
Atengámonos a Sons of Apollo, ya que este asunto se torna más sombrío por momentos. Sons of Apollo era un proyecto de heavy metal clásico y hard rock que reúne al ya mencionado batería, el teclista Derek Sherinian (el mismo del que hemos hablado anteriormente), el vocalista Jeff Scott Soto, el guitarrista Ron ‘Bumblefoot’ Thal y el bajista Billy Sheehan. A partir del momento en el que Portnoy fue readmitido en su banda madre, las rencillas entre los integrantes de Sons of Apollo se pusieron en relieve. Especialmente con Bumblefoot, quien además comentó, y de su explicación emana cierta rabia, que todo iba bien en Sons of Apollo y tenían conciertos pendientes que cancelaron porque tenían lugar durante el marco de la pandemia de Covid-19. Entonces consideraron que era buen momento para empezar a trabajar en el tercer álbum. Ron añade que Derek, Jeff y él estaban por la labor de componer, pero que «no todos en la banda estaban a bordo». Esta apreciación sólo deja dos huecos a los que el guitarrista se puede estar refiriendo: Billy Sheehan y/o Mike Portnoy.
Como conclusión de este desacuerdo, Sons Of Apollo se escindió en dos agrupaciones: Art of Anarchy (que se sepa, con Soto, Bumblefoot y amigos suyos), y Whom Gods Destroy (Sherinian y Bumblefoot).
«Mantener un supergrupo puede ser fácil si todos simplemente callan la put* boca y hacen su trabajo y si la gente piensa en el conjunto y no sólo en su ombligo.
No estoy llamando a nadie en particular egoísta. Sólo digo que en las bandas, en cada banda, está el narcisista, generalmente un narcisista drogadicto, el conspirador y gilipollas codicioso, el que tiene una gran depresión y cree que cada nota suya es lo más importante que se ha hecho. Y también hay gente que olvida que si hay cuatro o cinco personas en la banda, únicamente en torno al 20-25 por ciento de las ideas de uno van a cuajar, de otra forma no permites que los demás se expresen. Y no es un escenario justo que alguien se quede fuera y no sea escuchado. (…) Las bandas son un matrimonio realmente j*dido».
A pesar de que en el discurso de Bumblefoot no se mencionase el apellido en ningún momento, el batería sí se dio por aludido, y replicó lo siguiente: «Obviamente, Ron está (discretamente) señalándome con el dedo (¿y posiblemente también a Billy?) , pero debo responder públicamente, ya que parece que la desaparición de Sons of Apollo tuvo algo que ver con mi reincorporación a Dream Theater, pero eso no sucedió hasta octubre de 2023… La realidad es que el tour de SOA se canceló debido al Covid en 2020, y para cuando se hablaba de escribir cosas nuevas y un posible tercer álbum, yo ya tenía compromisos con Transatlantic, Neal Morse Band y The Winery Dogs. Puedo entender la frustración de Ron, Derek y Jeff con esto, pero la realidad es que la única forma en que pude hacer malabarismos y equilibrar a todas mis bandas todos estos años fue bloqueando ciertas ventanas en mi horario para cada banda o proyecto para tener tiempo para realizar un ciclo de álbum/gira».
Por el contrario, mucho más apaciguadoras fueron las palabras que Soto dedicó al polifacético batería pocos días después del anuncio de su retorno: «Bueno, antes que nada, estoy enojado con Mike, porque nos considero realmente buenos amigos y él no me dijo… Honestamente no lo sabía. Sentí que lo haría, o que podría suceder en algún momento. Quiero decir, ¿cómo podría si no? Ésa es una banda tan importante en la historia del rock y su vida que tendría sentido para ellos al menos hacer una ronda más. Eso es lo que pensé que podrían hacer. No esperaba que se uniera a la banda a tiempo completo nuevamente, lo cual es ideal para los fans de Dream Theater. Están todos eufóricos y emocionados».
Horas más tarde, Soto matizó parte de su disertación, y explicó que había dicho de broma y con cierta ironía el hecho de que él estuviera enfadado con Portnoy, y que eso lo dijo en un medio tan informal como es una red social.
Para despedir este artículo, voy a agregar algo que me parece casi anecdótico: hay medios que persiguen el titular sensacionalista y que cuya máxima es conseguir el mayor número de lectores posible. He leído desde el principio hasta el final dichas publicaciones y no he encontrado nada ni remotamente parecido a una acusación por parte Soto. «Soto acusa a Portnoy de actuar a sus espaldas», «Soto dice que el futuro de Sons of Apollo es incierto debido al regreso de Portnoy a DT», etcétera. La gran pregunta, que quizás también el lector de este artículo se esté formulando, es ¿Dónde? ¿Dónde está la acusación, dónde el futuro incierto?
En favor de Portnoy, es sabido que Sons of Apollo cesó su actividad tras su gira por Latinoamérica en 2022, por lo que a priori la reinserción del músico en la banda que le vio crecer -que se produjo a finales de 2023, repito- no estaría directamente relacionada con el estancamiento del equipo de Bumblefoot. De hecho, las palabras que Soto vocalizó cuando se enteró del nuevo devenir de su antiguo compañero fueron: «Espero que esta noticia se comparta en todos los sitios de música para que ya no tenga que esquivar las preguntas sobre SOA». Otro comentario que ha hecho es el siguiente:
«No soy yo quien declare oficialmente eso o para declararlo públicamente. Es la banda de Derek (Sherinian) y Mike (Portnoy). Nos unimos a su banda. Fue su idea. Entonces, aunque éramos una banda, fueron los fundadores. Ellos fueron los que hicieron todas las llamadas de cuándo haríamos las cosas, cómo las haríamos, todo eso. Así que no soy el único. Para poder decir que se acabó, tendría que venir de ellos. Mi opinión personal, mis propios pensamientos personales son que no creo que Sons of Apollo y Dream Theatre puedan coexistir al mismo tiempo. Creo que son demasiado similares… demasiado de lo mismo. Creo que Mike necesita concentrarse en la nave nodriza en este momento, lo cual es genial. Estoy tan feliz como el resto de la familia de Dream Theater y los fans. Y sabía que en algún momento sucedería y estoy feliz por ellos, pero es hora de que todos sigamos haciendo lo que estamos haciendo y pasemos página. Si por alguna razón, algún día deciden seguir… “Oye, ¿deberíamos hacer esto? ¿Deberíamos seguir haciendo esto?» Sería el primero en decir que sí».
Deseo al lector suerte si pretende encontrar la queja del vocalista, ya que esta autora aún no ha podido encontrarla.