Redacción: Eva Plaza
Regna es una banda de rock progresivo de Sant Boi de Llobregat articulada por Alejandro Domínguez (guitarra), Arturo García (bajo), Miquel González (teclados), Marc Illa (voz), Eric Lavado (batería) y Xavier Martínez (guitarra). El sexteto editará su segundo material en estudio el próximo 22 de diciembre, ocho años después de germinar su primera semilla, el EP Meridian. Cinema no es un disco conceptual, aunque sí tiene elementos en común entre sus piezas; puesto que dan rienda suelta a emociones como el miedo o situaciones como la soledad.
Cinema rinde homenaje al rock progresivo de la primera hornada, y yo creo que evoca particularmente al progresivo británico o italiano. No obstante, Cinema suena a Regna; la frase anterior no tenía connotaciones negativas. Principalmente se observan estas referencias a nivel de los teclados, pues a éstos se les otorga una de las funciones primordiales. Así, hay pasajes que citan a Tony Banks (Genesis), Rick Wakeman (Yes) o Tony Pagliuca (Le Orme).

‘Opening Credits’ se configura a modo de prefacio o primer acto, ornamentado de forma teatral, como ya el título del disco pone de sobre aviso. Se trata de una primera toma de contacto que no llega al minuto y que entronca a la perfección con la siguiente pista.
‘Return to…’ me recuerda al estilo del rock progresivo italiano, como ya mencioné anteriormente, y en concreto al conjunto Alphataurus, en el sentido de que se dota al teclado de un papel decisivo dentro del entramado sonoro e incluso se mantiene esa sensibilidad especial que caracteriza a este subgénero cuando su procedencia es la italiana.
Se presenta con unos acordes de guitarra entrelazados con efectos teclísticos que rápidamente son secundados por el bajo. Segundos después, la percusión se confabula con ellos y ofrece un encabalgamiento que pasa a un segundo plano al debutar la voz. Poco después la labor vocal se silencia y otras veces emerge, todo de forma discontinua. Es durante estos mutismos cuando el armazón instrumental elogia rimas complejas al estilo setentero. Los tempos se agilizan antes de llegar a la mitad del corte (02:59 – 03:33) para luego evidenciar una desaceleración, lo que contrarresta notoriamente en cuanto a compás, si bien sólo de manera intermitente ya que después esta cadencia se vuelve a acelerar. Después del quinto minuto, y según mi percepción personal, se revela una sección finamente urdida por batería y teclados, fundamentalmente.
‘Spyglass’ comienza de manera similar al tema anterior en cuanto a su estructura, aunque esta vez los arpegios de guitarra son más diáfanos y se va descubriendo una relativa balada. La quietud progresivamente se va desdibujando hasta esbozarse un apartado -estribillo, por así decir- que evoca a Steven Wilson– y por extensión a Adam Holzman– con ‘Ancestral’ o ‘The Raven That Refused To Sing’ por las sensaciones que traslada: tensión, desasosiego, incertidumbre. Desde la primera vez que aparece el mismo, diría que se sigue el rastro de un progresivo de factoría clásica británica y sueca.
‘Tangent’ es, a mi juicio, la estrella del disco además de la suite. Los punteos de bajo, guitarra, y la percusión libre -que parece ser tocada con la mano- son meritorios. Posteriormente, sí, la batería es devuelta a su ordenación habitual y las baquetas muestran un ritmo militar y belicoso cercano a ‘The Battle of Epping Forest’ de Genesis. ‘Dramatis Personae’ viene configurado a modo de interludio, como si el telón se bajara temporalmente para dar paso al siguiente acto de la obra. Aporta cierto subtono de calidez y juega con un carácter ligeramente folclórico en el que la tensión que suscita se transmite in crescendo.
La última pieza, con sus más de veinte minutos de duración, recibe el nombre de ‘Accolade’.
Sus primeros segundos continúan con la herencia del corte anterior; una balada que se podría denominar acústica. Aunque esta vez cuenta con unos compases de guitarra, acompañados por una distorsión remarcada. La batería, cohibida al principio, hace asimismo acto de presencia. Como digo, es pasadas las tres cuartas partes del primer minuto cuando ambos instrumentos se descubren potenciados, y es aquí también cuando un teclado de la escuela de The Flower Kings (por poner un ejemplo) los secunda.
Otra secuencia muy digna es el acoplamiento entre bajo, percusión y teclados. Esto da pie a que la métrica se acelere hasta llegar a un punto de inflexión en el que debuta la voz. El ritmo se adueña de pulsaciones febriles a partir del quinto minuto, recordando a la práctica de The Neal Morse Band. Siguiendo con esta descripción pormenorizada, transcurridos otros 120 segundos la voz disminuye su intensidad, mostrándose casi susurrante junto a un lecho instrumental igualmente atenuado, a excepción de un piano que, se me antoja a mí, es predominante.
Después se regresa a la potencia habitual y se exterioriza un marco teclístico que -diría yo- es casi circense. También podría mencionar a Magic Pie. En todo caso, es una composición impecable cuyo final sigue la estela del corte que la preludia.
En definitiva, poco puedo añadir que no se haya deducido ya; estamos ante uno de los mejores discos del año, y su escucha encandilará a los amantes del género.
Nota: 9 / 10
Redacción: Eva Plaza
Regna son:
Alejandro Domínguez: Guitarra
Arturo García: Bajo
Miquel González: Teclado
Marc Illa: Voz
Eric Lavado: Batería
Xavier Martínez: Guitarra
Tracklist:
1. Opening Credits
2. Return to…
3. Spyglass
4. Tangent
5. Dramatis Personae
6. Accolade
Regna online:
Facebook
Instagram
Bandcamp
Pre-order de Cinema. Está disponible en vinilo gatefold negro de 180 gramos y en CD Digipack.