Si, lo sé: llego tarde. Hace más de dos meses de la salida del álbum, y aquí estoy yo, trayendo un análisis cuando medio mundo lo ha hecho ya. Pero bueno, en mi defensa he de decir que el trabajo me tiene exprimido y que el disco trae tela; no ha sido tarea fácil describir y explicar las sensaciones que me ha dado este The Fall of Hearts.
Como cada vez que los suecos sacan álbum, entre sus fans había un hype importante por ver con qué nos iban a sorprender Renkse y compañía. Todos imaginábamos que el camino que iban a seguir sería muy similar al que escogieron con Night is the New Day y Dead End Kings, un viraje musical hacia el exceso en florituras y en efectos, mucha orquestación, pero menos imaginación y calidad de la que venían presentando desde el Tonight’s Decision, una vez dejado atrás el doom característico de la primera etapa.
El disco es difícil de entender, se intente por el lado que se intente. Si habéis buscado alguna review en otros medios, lo más probable es que hayáis encontrado duras críticas respecto al estilo, a la creatividad, al cambio de rumbo. Y no es de extrañar, han dado un giro un tanto incomprensible a su estilo y su esencia. Hay muchos a los que les ha gustado, que han disfrutado con esta “sorpresa”. Muchos otros se han llevado las manos a la cabeza, eso sí, después de tener que escuchar el disco un par de veces ante la incredulidad.
A mí, sinceramente, me ha defraudado. Y no, no pidáis que un redactor sea objetivo e imparcial: todos tenemos gustos, y son éstos los que determinan nuestras impresiones ante un trabajo musical. ¿Es malo el disco? No, no lo es. Hay cosas realmente buenas, faltaría más. De hecho, si el autor del disco fuese cualquier grupo progresivo más o menos underground, sería un álbum más que satisfactorio. Pero el autor es Katatonia, una de las bandas europeas más influyentes e importantes del género, un referente en toda regla. Poca broma.
En sí, el disco patina mucho. Para empezar, porque rompe absolutamente con la esencia oscura de Katatonia, peca de florituras excesivas sin un trasfondo sólido y contundente, así como de riffs y estribillos muy avocados al pop (como pueden ser ‘Serein’ o ‘Decima’), sobre todo por el nuevo enfoque de las voces, que dejan de ser esas líneas místicas y oscuras de Renkse para ser más planas y sencillas de digerir para un público “popero”. Realmente, es su disco más progresivo; y aun así, el menos trabajado, el más alejado de Katatonia.
‘Serac’ es sin duda el tema que más se acerca a ser Katatonia, un tema que identificarías inmediatamente con ellos. Fuera de éste, y de no ser por la característica voz del multifacético Jonas Renkse, sería difícil pensar que este disco pertenece a la discografía de los suecos. Y eso, desde mi punto de vista, habla bastante mal de este último trabajo. Os ruego lo escuchéis, y juzguéis vosotros mismos. No creo que la sensación sea muy diferente a la que he tenido yo. Y si os gusta, enhorabuena y disfrutadlo, muchos no lo hemos podido hacer.
Espero que este sea sólo un “bache” y vuelvan al camino correcto. Pedir un Viva Emptiness está difícil, pero al menos un Night is the New Day. Para experimentar y desahogarse ya tienen Bloodbath.
Nota: 4/10
Reseña por: Isaac S.
Tracklist:
1 – Takeover
2 – Serein
3 – Old Heart Falls
4 – Decima
5 – Sanction
6 – Residual
7 – Serac
8 – Last Song Before The Fade
9 – Shifts
10 – The Night subscriber
11 – Pale Flag
12 – Passer
Bonus Track:
13 – Vakaren
14 – Sistere
15 – Wide Awake In Quietus
Katatonia son:
Anders “Blakkheim” Nyström – bajo, guitarras, coros
Jonas Renkse – voz, guitarras, teclados
Niklas “Nille” Sandin – bajo
Daniel Moilanen – batería
Roger Öjersson – guitarra