Reseña por Eva Plaza
Ha nacido una nueva banda. Este punto de partida ahora mismo ha pasado un poco desapercibido, pero estoy convencida de que la fama y el merecido reconocimiento de este grupo irá creciendo exponencialmente.
Gravity Fields está articulado por Alex Ojea (batería), Toni Munné (bajo), Jordi Prats (guitarra) y Jordi Amela (teclados). También debo decir que el equipo cuenta con Pep Espasa (saxo, flauta) como invitado en uno de los temas. Es decir, los integrantes cuentan con un background excelente; pues ellos son, en parte, los artífices de los grupos Harvest y On the Raw.
‘Rage’ se presenta con una batería que se encarga de marcar el ritmo y los primeros compases. Pocos segundos después del primer minuto, aparecen ciertos dejes post-rock que me recuerdan a Syberia (Seeds of Change), aunque sobre todo a Captains of Sea And War (Remote), e igualmente a la canción ‘Call Again’. Aludo a la preponderancia de la distorsión, a la integración de la misma como un elemento más del entramado sonoro. Creo que Captains of Sea and War crearon escuela en eso y ahora el elenco de Gravity Fields está siguiendo estos mismos pasos. Aunque debo decir y me parece importante recalcar que el pasaje comentado dura aquí apenas un minuto; es decir, que no es una declaración de intenciones de cómo serán los futuros discos del cuarteto, sino que se trata únicamente de otra frecuencia que se añade al debut. Este nuevo sonido tampoco es de extrañar, dado que Jordi Amela es director del festival Tótum Revolútum, ha trabajado con este tipo de bandas y está claro que el nuevo proyecto ha sumado esta influencia a su bagaje musical.
Tras el segundo minuto se apacigua el tinte postrockero y una base más electrónica se va enredando en la partitura – de forma sutil y casi tímida al principio, con mayor intensidad después -.
‘Mutants’ me resulta especialmente curiosa. El ambiente electrónico se mantiene omnipresente, y me es difícil explicarlo, pero diría que los arreglos teclísticos exhiben un tono humorístico algo parecido al que trabajan Esteban Navarro y Matias Lizana en Cheeto’s Magazine. Después es el turno de un progresivo más puro, casi canterbuariano, casi jazz – hago hincapié en el «casi» -, y el virtuosismo toma las riendas. Se repiten los motivos del principio y es entonces cuando el tema se despide.
‘The Escape’ comienza con un bajo que imprime gravedad al sonido y está enmarcado por las baquetas. A continuación se suma el resto de instrumentos y el jazz se hace patente, tanto aquí como en ‘Coyote’. En este último corte se revela también un ramalazo más melódico tipo Andy Latimer o The Moody Blues. Impresionante. Al final se prescinde del velo de la década de los 60/70 y se muestra un teclado más vanguardista a lo Frost*.
‘Saturno Park’ despierta con un blues rock en la onda de Free o de Flying Colors. Esto dura sólo unos segundos, ya que después aparece la electrónica al estilo de ‘Mutants’, pero siempre sobre una base más próxima al southern rock. Durante un plazo de un par de minutos parece como si ambos géneros mencionados estuvieran disputándose el protagonismo. Debo decir que alguna vez la guitarra me recuerda aquí al optimismo que transmite Joe Satriani en Professor Satchafunkilus and the Musterion of Rock. En la última fase se exterioriza el progresivo más ambiental aderezado con un blues académico.
‘The Hard Core’ juega con la cadencia comentada del último tercio de la pieza anterior. Continúa expresando el carácter ya definido en todo el álbum: el eclecticismo que impide catalogar íntegramente sus canciones dentro de una u otra práctica.
Tanto ‘Gliders’ como ‘Detuned Love’ despliegan un rock instrumental de ritmo marcadamente veloz acotado, en algunas partes, por un sonido más alternativo de proyecciones futuristas.
‘Ingravity’ juega con unos efectos de teclado que hacen pensar en que realmente no hay gravedad, tal y como reza el título. Diría que luego vuelve al post-rock más sutil coronado por un jazz introspectivo.
‘Prime Time’ regresa con el parámetro electrónico al principio; después la aportación de Pep Espasa a la flauta y saxo favorece que el tema se sitúe en el limbo perfecto entre el estilo ya apuntado y el de la escuela de Thijs van Leer (Focus). Por último, ‘Transition’ se desenvuelve en una atmósfera entre Tame Impala, The Future Bites de Steven Wilson y On the Raw.
En resumen, poco más puedo decir que no se haya adivinado ya: un disco soberbio y un debut maravilloso; uno de los mejores trabajos del año.
Nota: 9.4 / 10
Reseña: Eva Plaza
Tracklist:
Rage
Mutants
The Escape
Coyote
Saturno Park
The Hard Core
Gliders
Detuned Love
Ingravity
Prime Time
Transition
Formación y datos técnicos:
Alex Ojea (batería)
Toni Munné (bajo)
Jordi Prats (guitarra)
Jordi Amela (teclados)
Pep Espasa (saxo, flauta) como invitado en ‘Prime Time’
Lanzamiento oficial del álbum: 21 de abril / YA disponible en Bandcamp
Presentación en directo del disco: 20 de mayo en el festival Tótum Revolútum (Calàbria 66)
99% de acuerdo …solo añadir frescura y nuevos sonidos que me descolan en la trajectoria de harvest y on the raw …pero para bien. Dará mucho que hablar este disco
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